Es un partido político que no funciona como partido político. Es decir, no tiene organización, ni afiliados activos, ni asambleas decisorias, ni cargos, ni líderes, ni dedica el 99% de su tiempo a hacer proselitismo de sí mismo.
Sólo tiene lo mínimo necesario para ser legal y poder ser utilizado para presentarlo a las elecciones.
Es una “cosa”. Una herramienta que sacamos del cajón para las elecciones y luego la volvemos a guardar.